martes, 2 de noviembre de 2010

El Ingreso y Protección a la Escena del Delito


  1. INTRODUCCIÓN.-

Todo incidente, ya se trate de un delito, accidente, desastre natural, conflicto armado, o de otro tipo, deja vestigios en el lugar en que se produce. El objetivo de la investigación posterior es interpretar correctamente los hechos, reconstruir lo ocurrido y comprender lo que sucedió.

Debido al carácter efímero y frágil de esos vestigios, su fiabilidad y la preservación de su integridad física dependen en gran parte de las primeras medidas que se adopten en la escena del incidente. La integridad de las pruebas puede lograrse con medios muy limitados si se observa una serie fundamental de principios rectores. Actuar con esmero y profesionalidad durante toda la investigación de la escena del delito es fundamental para que las pruebas sean admitidas por un tribunal, y sean admisibles en indagaciones relacionadas con los derechos humanos y en la acción humanitaria.

El objetivo del presente trabajo es concientizar sobre la importancia de las buenas prácticas en la investigación de la escena del delito y sobre la índole y pertinencia de las pruebas materiales. Versa sobre cuestiones relativas a la labor que se lleva a cabo en la escena del delito, desde la actuación de los primeros en intervenir hasta la entrega de pruebas al laboratorio. Así pues, proporciona el fundamento mismo para permitir una reconstrucción de los hechos que se base con más solidez en las pruebas.


  1. EL VALOR DE LAS PRUEBAS MATERIALES Y EL CONCEPTO DE LA CADENA DE CUSTODIA

Las pruebas materiales pueden ser cualquier cosa, desde objetos enormes hasta partículas microscópicas, que se originaron en la perpetración de un delito y se recogen en la escena del delito o en lugares conexos.

Teniendo en cuenta todas las fuentes de información disponibles en las investigaciones (por ejemplo, las confesiones, los testimonios, la vigilancia por vídeo), las pruebas materiales desempeñan un papel fundamental y especialmente valioso. Con la excepción de las pruebas materiales, todas las demás fuentes de información plantean el problema de su limitada fiabilidad. Cuando las pruebas materiales se reconocen y manipulan adecuadamente brindan las mejores perspectivas de proporcionar información objetiva y fidedigna sobre el incidente objeto de la investigación.

Sin embargo, incluso el valor de las pruebas recuperadas con el mayor esmero y mejor conservadas puede perderse si no se mantiene debidamente la cadena de custodia. A menudo se considera que la cadena de custodia es el punto débil de las investigaciones.


  1. LOS SERVICIOS DE CRIMINALÍSTICA Y EL PROCESO DE INVESTIGACIÓN DE LA ESCENA DEL DELITO

La función de los servicios de criminalística comienza a desarrollarse en la escena del delito con el reconocimiento y la recogida de las pruebas materiales. Continúa con su análisis y la evaluación de los resultados en un laboratorio, y la presentación de las conclusiones a los jueces, fiscales, abogados y demás personas que necesiten la información concreta. Desde los que realizan la primera intervención en la escena del delito hasta los usuarios finales de la información, todo el personal que intervenga debe contar con suficientes conocimientos del proceso criminalístico, las disciplinas científicas y los servicios especializados que prestan los laboratorios forenses.

La investigación de la escena del delito es un proceso que tiene como objetivo captar la escena del delito tal como se presenta en el primer momento y reconocer y recoger todas las pruebas materiales que puedan resultar pertinentes para resolver el caso.



Los primeros en intervenir en la escena del delito, ya se trate de agentes de las fuerzas del orden, funcionarios de derechos humanos o cualquier otra persona, desempeñan un papel fundamental en todo el proceso de investigación de la escena del delito. Sus funciones iniciales son preservar la integridad de la escena de las pruebas. También es parte de sus funciones preparar la documentación inicial sobre la escena del delito, las pruebas y todas las actividades que se realicen en dicha escena. Como en la mayoría de los casos los agentes que llevan a cabo la primera intervención no son especialistas en criminalística, una formación adecuada para llevar a cabo estas tareas es fundamental.

En circunstancias ideales, investigadores de la escena del delito que han recibido una formación completa en criminalística asumen rápidamente la labor en la escena. No obstante, existen situaciones en que puede ser necesario que los primeros en intervenir en la escena del delito (de los que normalmente no se espera que realicen más diligencias en ese mismo lugar) lleven a cabo algunos procedimientos básicos de recogida de indicios antes de la llegada de los investigadores de la escena del delito cuando exista un riesgo de destrucción, pérdida o contaminación de las pruebas.

En las situaciones en que no hay posibilidad de que las diligencias que se han de realizar en la escena del delito las lleven a cabo investigadores de la escena del delito, tal vez haya que ampliar las funciones de los primeros en intervenir, además de las de conservación y documentación. Estas situaciones suelen producirse cuando la escena del delito se encuentra en un lugar remoto y no es fácil encontrar investigadores expertos disponibles, o cuando la respuesta del sistema de justicia penal sea deficiente.


  1. CONSIDERACIONES JURÍDICAS, ÉTICAS Y RELATIVAS A LA DIGNIDAD HUMANA

4.1.            Aspectos jurídico.-

Si bien existen principios generales relativos a la investigación de la escena del delito, las leyes, normas y reglamentos locales rigen numerosas actividades relacionadas con la investigación de la escena del delito y el proceso criminalístico. Dichas leyes, normas y reglamentos se refieren a cuestiones como la manera de obtener autorización para tener acceso a la escena del delito, llevar a cabo la investigación, manipular las pruebas (por ejemplo, el tipo de procedimiento de sellado prescrito) y entregar las pruebas materiales al laboratorio forense, que determinan en última instancia la admisibilidad de las pruebas recogidas en la escena del delito.

El incumplimiento de las leyes, normas y reglamentos vigentes puede dar lugar a una situación en que las pruebas no puedan ser utilizadas ante un tribunal. Por lo tanto, es importante que el personal que trabaja en la escena del delito conozca esas normas y las cumpla.

En el supuesto de que no exista una normativa adecuada que permita el desarrollo del proceso criminalístico, tal vez sea necesario establecerla.

4.2.            Aspectos éticos y relativos a la dignidad humana

Independientemente de las leyes, normas y reglamentos, los códigos de conducta profesional enuncian las obligaciones éticas del personal que trabaja en la escena del delito.

Esos códigos suelen destacar la importancia de actuar con esmero y profesionalidad (diligencia debida), objetividad (“tome las pruebas por lo que muestran, no por lo que piensa que muestran”), amplitud de criterios e imparcialidad (“puede que usted no sea independiente de la policía, pero es imparcial”).

En el supuesto de que se produzca un conflicto entre la conservación de las pruebas y la posibilidad de salvar una vida humana, siempre se dará prioridad a la atención médica urgente.

Los códigos de conducta también se ocupan de la necesidad de respetar a las personas y su dignidad humana al examinar y recoger pruebas materiales de los cadáveres o las personas vivas, y la esfera íntima de las víctimas. Esto incluye el control y la gestión de los medios de comunicación.


  1. CONSIDERACIONES RELATIVAS A LA SALUD Y LA SEGURIDAD

El personal que trabaja en la escena del delito puede estar expuesto a diversos riesgos relacionados con la salud y la seguridad. No todos los riesgos son evidentes de inmediato, y algunos pueden surgir durante el desarrollo de la investigación.

Los eventuales riesgos pueden tener diversas causas:
 Productos químicos (tanto los que se encuentran en la escena del delito, como por ejemplo, en el caso de los laboratorios clandestinos, o los productos químicos utilizados como parte de la investigación);
• Materiales biológicos (por ejemplo, la sangre y los fluidos corporales pueden presentar un riesgo de contraer el VIH/SIDA y otras infecciones);
  Explosivos sin detonar (por ejemplo, las armas trampa);
  Armas de fuego;
  Factores medioambientales (por ejemplo, el exceso de calor o frío);
 Estructuras poco seguras (especialmente al recoger pruebas en escenas donde ha habido un incendio o ha explotado una bomba);
 Entorno inseguro (por ejemplo, cuando el delincuente sigue estando presente en el lugar de los hechos);
 Otros riesgos: objetos punzantes, riesgos radiológicos, nucleares y eléctricos, gases,
etc.

Los procedimientos destinados a preservar la salud y la seguridad son los temas más importantes que han de considerarse al llegar a la escena del delito, y deben ser prioritarios durante todo el proceso. Tal vez sea necesario suprimir o eliminar los riesgos para la salud y la seguridad antes de iniciar la investigación. Estos procedimientos incluyen el suministro de botiquines de primeros auxilios, vestimenta que garantice una protección adecuada (por ejemplo, casco, guantes…), el equipo adecuado, pero también las intervenciones necesarias de los bomberos y/o la ayuda psicológica posterior a la investigación, ya que la escena del delito puede entrañar situaciones emocionalmente difíciles.

Además de los riesgos presentes en la propia escena del delito, el personal de laboratorio puede estar expuesto a riesgos al recibir objetos recogidos en ella. El personal que trabaja en dicha escena desempeña un importante papel para reducir al mínimo los riesgos para las personas que manipulen ulteriormente durante el proceso criminalístico las pruebas recogidas (por ejemplo, al utilizar envases y etiquetas de advertencia adecuados).


  1. PLANIFICACIÓN, ORGANIZACIÓN Y COORDINACIÓN DE LAS TAREAS EN LA ESCENA DEL DELITO

Una buena planificación es esencial para el desarrollo de las tareas en la escena del delito, e incluye la recogida de la mayor cantidad de información posible planteándose para ello preguntas como éstas: ¿Qué se cree que ha sucedido? ¿Cuál es la magnitud del problema? ¿Es necesaria asistencia especializada o médica? ¿Existe algún peligro concreto en la escena del delito? ¿Qué otro tipo de asistencia podría ser necesaria? ¿Se encuentra la escena en un interior o al aire libre? ¿En un lugar lejano? ¿Qué tipo de recursos locales estarán disponibles? ¿A quién más hay que informar de los hechos? ¿Qué equipo se necesita? ¿Cuáles son las condiciones meteorológicas? Otros aspectos importantes de la planificación son los siguientes: analizar la naturaleza del incidente, el contexto del caso, prever el personal especializado y el equipo que puedan ser necesarios, prever los posibles retrasos en acudir a la escena del delito, velando para ello por que se asegure una protección adecuada de la misma hasta que llegue el personal y el equipo necesarios.

En la escena del delito la organización y coordinación de las tareas se fundamenta en una evaluación inicial de la escena, que se efectúa antes de que empiece la actividad criminalística propiamente dicha. La organización y la coordinación se mantienen durante toda la investigación y comprenden un análisis de lo que debe hacerse (es decir, la sucesión cronológica de actuaciones, las prioridades, etc.), las personas que están autorizadas a tener acceso a la escena (es decir, sólo tendrá acceso el personal que desempeñe un papel esencial en la investigación de la escena del delito y en la atención médica de las víctimas que allí se encuentren), la atribución de las distintas tareas y de la responsabilidad de su ejecución (por ejemplo, la designación de un jefe o responsable, descripción de las funciones y cometidos, la asignación de tareas y la necesidad de personal especializado), y la manera de llevar a cabo las tareas necesarias (por ejemplo, los procedimientos aplicables, la necesidad de herramientas y equipo especiales y los canales de comunicación necesarios).

Dado que cada escena del delito es, de alguna manera, única, la planificación y organización exigen un cierto grado de adaptación al caso concreto y de flexibilidad.

Además, en el transcurso de una investigación, las necesidades pueden variar porque se reconozcan nuevos elementos y el personal que trabaja en la escena tenga que reajustar la organización de las tareas en consecuencia.

El personal que trabaja en la escena del delito dispone normalmente del equipo necesario para realizar sus tareas, colocado en una caja o maletín para su fácil acceso y que se repone periódicamente para acelerar las tareas. En algunos casos puede ser necesario disponer de equipo especial.


  1. PRESERVACIÓN DE LA ESCENA DEL DELITO Y DE LAS PRUEBAS
La preservación de la escena comienza lo antes posible una vez que se haya descubierto el incidente, y se haya puesto en conocimiento de las autoridades competentes. La necesidad de proteger la escena sólo acaba cuando finaliza el proceso de investigación y se levanta la prohibición de acceso al lugar.

La delimitación de la zona que se ha de proteger es una actividad compleja y el perímetro de la escena pueden variar a medida que avance la investigación. Lo que parece evidente al inicio puede cambiar y tener que ser reevaluado. Una vez delimitado el perímetro, la zona se acordona visiblemente mediante algún tipo de barrera física. Toda persona que entró en el lugar de los hechos antes de que se acordonara y cuya presencia no se considere esencial será obligada a salir (y así se hará constar en el atestado), y se impedirá el acceso a la escena de toda persona cuya presencia no se considere esencial.

Es importante adoptar medidas estrictas para prevenir la contaminación desde el principio hasta el fin de la investigación de la escena del delito. Entre ellas cabe mencionar las siguientes: llevar una indumentaria de protección, guantes y calzas; utilizar una única vía de acceso a la escena del delito (esto también se aplica al personal que presta atención médica a las víctimas); abstenerse de utilizar las instalaciones y servicios disponibles en dicho lugar (por ejemplo, aseos, agua, toallas, teléfono, etc.), así como de comer, beber o fumar; evitar mover o desplazar nada o nadie, salvo en caso de absoluta necesidad (si se desplaza algo o alguien habrá que documentar con exactitud la ubicación inicial).

Al elegir las medidas de protección y las medidas contra la contaminación es importante respetar la esfera íntima y los derechos humanos de las víctimas. En caso necesario se estudiará la posibilidad de utilizar mamparas, cortinas o carpas.

Si durante el transcurso de la investigación se descubre una segunda o tercera escena del delito conexa, cada una de ellas se investigará por separado (es decir, habrá distintos equipos trabajando en cada uno de esas escenas).

Por último, cabe reconocer también que, estrictamente hablando, raras veces, por no decir nunca, se encuentran escenas intactas. El descubrimiento del suceso puede entrañar inevitablemente modificaciones en la escena. Cuando dicho lugar se encuentra al aire libre, las condiciones meteorológicas pueden comprometer las pruebas. Pueden producirse si es necesario prestar atención médica a las víctimas, o cuando haya que adoptar medidas para velar por la seguridad de las personas, como extinguir un incendio o desactivar un artefacto explosivo. En esas situaciones se darán instrucciones y orientación al personal para reducir al mínimo los trastornos de la escena y de las pruebas que contiene.


  1. DOCUMENTACIÓN DE LA ESCENA DEL DELITO Y DE LAS PRUEBAS QUE CONTIENE

La documentación da comienzo con la llegada de la primera persona a la escena. Utilizando los medios adecuados (por ejemplo, notas, fotografías, vídeos, esbozos y mediciones) se anotan los datos de la escena tal y como se encontró inicialmente, en particular la hora de llegada, el estado de las puertas, ventanas y persianas, los olores, los indicios de actividades, etc. Asimismo se toma nota de las personas que estén presentes, entren o salgan de la escena, y los cambios que se produzcan como consecuencia de las actividades realizadas y observadas. Una vez que se hayan reconocido las pruebas materiales, se prepara una documentación pormenorizada antes de moverlas o recogerlas.

Cada objeto recogido se etiqueta por separado. El requisito de la documentación se mantiene durante todo el proceso de investigación de la escena del delito, y ulteriormente, hasta que se obtiene el resultado de los análisis de laboratorio. Esto constituye la cadena de custodia.

Cuando una persona que trabaja en la escena deja la investigación, toda la información (por ejemplo, fotografías, documentos, notas, etc.) se entrega al personal que la releve.

En ese momento también se celebran reuniones informativas.


  1. RECONOCIMIENTO, RECOGIDA Y PRESERVACIÓN DE LAS PRUEBAS MATERIALES

La localización e identificación de las pruebas materiales en la escena del delito, así como la identificación de las pruebas que posiblemente faltan, es una tarea complicada y mucho más difícil y exigente de lo que podría parecer a los que no están familiarizados con la investigación de escenas de delitos. Es posible que las pruebas más pertinentes e importantes no resulten evidentes ni directamente perceptibles a simple vista. No es posible elaborar una lista exhaustiva de las medidas necesarias para reconocer pruebas en la escena del delito.

Normalmente, el reconocimiento de las pruebas materiales se inicia con una observación de la escena. En función de las observaciones iniciales y teniendo en cuenta el contexto del caso, las hipótesis posibles, la naturaleza del incidente, así como las características de las superficies que puedan albergar posibles pruebas, se pondrá en marcha una estrategia de búsqueda que será a la vez flexible y metódica. Esto entraña la inspección ocular a simple vista y con lentes de aumento, pero también utilizando varios tipos de fuentes de luz manuales. Tal vez haya que recurrir a procedimientos básicos para detectar pruebas materiales, por ejemplo, el uso de polvos para revelar las huellas dactilares en la escena del delito o el uso de productos químicos para visualizar rastros de sangre.

Una vez que se reconocen las pruebas, se utilizan métodos de recogida (por ejemplo, cinta adhesiva, pinzas, varillas de algodón, etc.) y embalajes adecuados (por ejemplo, bolsas o cajas, recipientes para objetos punzantes, etc.). Cada elemento probatorio se etiqueta y sella de conformidad con lo que disponga la normativa local. Posiblemente haya que establecer prioridades en cuanto a la recogida de las pruebas para evitar su pérdida o degradación innecesarias. La documentación es parte integrante del proceso de recogida, incluida la ubicación exacta de las pruebas antes de su recogida.

Elegir lo que es importante es el principal desafío de la fase de reconocimiento y recogida, y resulta más eficiente y eficaz cuando se lleva a cabo en la escena del delito, donde las posibles pruebas se enmarcan en el contexto en el que se originaron. No obstante, en condiciones difíciles, podría ser preferible recoger un mayor número de pruebas y llevar a cabo la selección en una etapa posterior de la investigación. El reconocimiento y la recogida de pruebas exigen experiencia y una amplia capacitación, así como una buena comprensión de lo que se puede hacer con los diversos tipos de pruebas en un laboratorio forense, y de la información que se puede obtener.


Como parte del proceso de recogida de pruebas, en muchos casos son necesarias muestras de sustrato y muestras de base, por ejemplo, al recoger los restos de un incendio. En las situaciones en que las pruebas puedan ser de gran tamaño, se suelen recoger submuestras representativas, por ejemplo, cuando se incautan grandes cantidades de droga. La toma de muestras requiere experiencia y formación.

Por último, se considera que en casi todos los casos existen pruebas materiales que no se detectan ni se recogen. La diligencia debida en el reconocimiento y la recogida de pruebas materiales contribuye a mitigar este problema.


  1. TRANSPORTE, ALMACENAMIENTO Y ENTREGA DE LAS PRUEBAS AL LABORATORIO
Una vez que se han recogido las pruebas materiales, se ha de adoptar la decisión de llevar a cabo otros exámenes en el laboratorio. Por lo general, los objetos que pueden aportar información que ayude a la investigación y/o los que tienen más probabilidades de dar buenos resultados analíticos tendrán preferencia a la hora de ser entregados al laboratorio forense. La participación del personal del laboratorio desde un primer momento facilita estas decisiones.

Una vez tomada la decisión, el transporte al laboratorio o a un almacén intermedio antes del análisis de las pruebas es un trámite esencial. Unas condiciones adecuadas, por ejemplo, un lugar fresco y seco, y un acceso en condiciones de seguridad y controlado son características esenciales del transporte y del almacenamiento. También los costos, la distancia, el plazo y una posible incompatibilidad entre algunas pruebas y algunos medios de transporte son aspectos a tener en cuenta al elegir la forma de traslado y almacenamiento de las pruebas. El traslado de algún tipo de pruebas materiales, como, por ejemplo, drogas y armas de fuego, puede exigir también que se cumpla la normativa local vigente.

La documentación del transporte, almacenamiento y entrega al laboratorio es importante. Por lo general se expide un recibo por escrito de todas las pruebas entregadas al laboratorio.

Es posible que las pruebas materiales tengan que conservarse durante muchos años, por ejemplo, hasta que el asunto haya sido juzgado y se hayan agotado todos los recursos posibles. En esas situaciones, es importante establecer y dar a conocer una política de almacenamiento a largo plazo de las pruebas, en caso de que no exista.


  1. EL MANEJO DE LA ESCENA DEL CRIMEN EN EL CASO PERUANO

Como sabemos, todo hecho en donde se haya cometido un delito debe ser investigado por las respectivas autoridades y encontrar sus causas para el esclarecimiento del caso; como sabemos, por conocimientos de derecho penal, la investigación del delito se inicia por lo general, a partir de la denuncia o noticia del delito (noticia criminis).

Es así que la escena del delito es el lugar o espacio en donde hubo o se realizó un hecho delictuoso del cual se realizará indudablemente una investigación por parte del ente policial sobre el hecho criminal, también por parte del Ministerio Público con la participación del Instituto de medicina legal en caso de ser necesario (como en casos de homicidio, suicidio, etc).

Pondremos un ejemplo: si encontramos el cadáver de una persona con sangre alrededor, no sabemos ésta fue baleada, acuchillada, violada, asesinada a golpes, etc. Podría tratarse de una muerte violenta producto de un hecho delictivo; por consiguiente, después de la investigación que se realice se sabrá si fue un accidente, un suicidio o un crimen; de ésta escena se ocupará la policía con su división de criminalística y el Ministerio público comiencen a investigar. Otro ejemplo, si hubo un robo en una casa o en un banco ¿Cómo debe investigarse este hecho? ¿Quiénes deben ingresar en la escena del delito? ¿Cómo tienen que trabajar los peritos? ¿Qué se hace con la evidencia? Las respuestas están en la forma cómo se investiga el hecho, el papel que le toca a la policía, al fiscal, a la justicia.

Como sabemos, a la policía le compete el importante papel de la averiguación del delito y descubrimiento del delincuente, esto es, la realización de los actos de investigación pertinentes para acreditar el hecho punible y su autoría (fin probatorio e individualizador); ésta facultad de investigación está en el artículo 166º de la Constitución Política del Perú1, pero también junto a esta facultad investigadora también “se le faculta excepcionalmente a asumir una función aseguratoria del cuerpo del delito, así como a acreditar su preexistencia mediante los pertinentes actos de constancia (las actas policiales de incautación, inmovilización, de intervención, etc.).”2

La policía tiene su división de criminalística, por lo que tiene personal especializado en diferentes ramas para una correcta investigación y estudio de por ejemplo, indicios, testimonios, etc. 3 El Manual de Criminalística de la Policía Nacional del Perú, nos señala sobre la criminalística que es” la disciplina técnico científica, jurídica y metodológica que integra las diferentes áreas del saber científico aplicables a la investigación del delito, a fin de establecer por el estudio y/o análisis de los indicios o evidencias, el móvil, las pruebas, las circunstancias y los medios empleados para su ejecución, así como la identificación del autor o autores

La protección de la escena del crimen es de suma importancia ya que “para una correcta investigación se deberá observar el lugar, recolectar los indicios, hacer planos, tomar fotografías, etc, todo para conservar y proteger las evidencias evitando que sean manipuladas , modificadas, violentadas”4.

No se debe tocar a la víctima ni manipularla; tampoco mover objetos de lugar. A la escena del crimen (en caso de homicidio por ejemplo) sólo deben ingresar los peritos de la policía junto al funcionario judicial (juez o fiscal), quien redactará un acta de acuerdo con lo que le informa la policía. El acta indicará la hora, fecha y lugar del hallazgo, y describirá la forma y posición en que fue hallado el cuerpo, entre otros datos. Estas son diligencias que se realizan de forma ordenada de acuerdo a lo encontrado y observado por lo cual no debe haber ninguna alteración de todo cuanto se relacione con el objeto del crimen y el estado del lugar porque estas pruebas, estas evidencias tendrán una gran significación dentro del proceso penal para finalmente encontrar la verdad del hecho acaecido, todo finalmente a través del proceso, plasmado en la sentencia.

Vamos a poner un ejemplo, un caso de lo que sucedió en 5El Salvador, publicado en un periódico del país, en el cual se narra que cuando mataron a un subinspector, al lado de su camioneta, la policía puso la cinta de seguridad en la escena del crimen, donde se supone que solo personal de la policía debía entrar. Sucedió lo contrario: se señala en el artículo periodístico, que ingresaron 27 personas dentro del límite de la cinta amarilla. Y según la ley salvadoreña, máximo pueden entrar a la escena del delito 5 personas: cuatro policías (el fotógrafo, el que busca las evidencias, el que las enumera y el que recaba testimonios) y el fiscal que hará la investigación. Este ingreso desproporcionado y desordenado implica que se puedan perder piezas importantes o indicios para una correcta investigación del hecho delictuoso.



Queda claro entonces, que se debe respetar el perímetro cercado, encintado por la policía para que entre sólo personal calificado en criminalística: ellos harán su trabajo para ayudar al esclarecimiento del delito.

Cuando se llega a la escena del delito, la policía debe tomar todas las medidas tendentes a proteger ese escenario a fin que no hayan terceras personas que modifiquen éste o se pierdan objetos que pueden ser muy importantes para la investigación. El objetivo según Gaspar, es descubrir las características y el autor del delito en sus diversos aspectos, lo que da a lugar una serie de actividades que constituyen la criminalística; no basta saber que se ha cometido un hecho punible sino investigarlos para llegar a la verdad.

Una vez que ya se cercó la escena del crimen, es de indudable necesidad la presencia del equipo de peritos de Criminalística de la policía nacional del Perú, para que asista al lugar del delito e inspeccione todo lo cercado, el perímetro del escenario, y así ellos constatarán que allí se cometió un delito.“ No pasar, no tocar, ni pisar sin antes observar bien y documentar, eso es lo importante”6

Es así, que al utilizar métodos científicos, los peritos trabajan en forma ordenada, usando sus conocimientos para el estudio de los objetos y pistas que encuentren en la escena del delito.

Inspección técnico en criminalística. Según el Manual de Criminalística de la policía, 7el ingreso a la escena se circunscribe sólo al encargado de la Inspección técnica criminal (ITC), del representante del Ministerio Público y Fotógrafo Policial. El personal especializado en ITC, antes de ingresar a la escena deberá disponer se tomen fotografías panorámicas del local, edificio, casa o lugar abierto donde se ha producido el hecho, asimismo se imprimirán fotografías de acercamiento de la puerta principal de ingreso u otros posibles lugares de acceso, que se presuma hayan sido utilizados por los participantes del hecho investigado”.

El manual también dispone que se debe tomar fotografías desde diferentes ángulos, y de evidencias que se vayan encontrando. Entre otros puntos también se señala que el personal debe evitar un ingreso abrupto y desordenado en el lugar y observar éste en su conjunto para luego dirigirse al punto que va a investigar. Luego entra la parte de identificación, marcación de los indicios y evidencias encontrados, recojo, rotulación, etc; esto forma parte de otro capítulo, pero podemos agregar por ejemplo, que el perito biólogo va a examinar el lugar y objetos; el perito en balística, en caso de que la victima haya estado herida de bala, va a estudiar la distancia, data del disparo, cuál fue el arma usada, etc.

También el perito químico se encarga de recolectar las manchas encontradas como la saliva, sangre, etc; el médico legista en caso se trate de homicidio va a estudiar la causa y la data de la muerte, posibles cortes, tatuajes, si presenta heridas provocadas por armas de fuego, entre otros exámenes que tengan que realizar.


  1. CONCLUSIÓN

Podemos concluir que, sólo personal especializado del departamento de Criminalística de la Policía Nacional: peritos, el fiscal, el médico legista, entre otros, pueden ingresar a la escena del delito, ya que son los únicos indicados para recoger los rastros, huellas, indicios, los testigos ( técnicas de interrogatorio) etc y finalmente llegar al esclarecimiento del hecho delictivo, procurando la no modificación del lugar, protegiendo también las evidencias recogidas, ya que si esto se cumple nos otorgará evidencias que ayudarán a encontrar la verdad de lo que sucedió en la escena del delito.

Como señala Gaspar “Un buen investigador no puede limitarse a su vocación o intuición, sino que debe tener los conocimientos necesarios para poder probar el cómo, cuándo, dónde y quién del delito basándose en las pruebas plenas o indiciarias que reúna8




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1 Artículo 166.- “La Policía Nacional tiene por finalidad fundamental garantizar, mantener y restablecer el orden interno. Presta protección y ayuda a las personas y a la comunidad. Garantiza el cumplimiento de las leyes y la seguridad del patrimonio público y del privado. Previene, investiga y combate la delincuencia. Vigila y controla las fronteras”. Constitución Política del Perú (1993).

2 Gómez, Gonzalo “Instituciones en el Derecho Procesal Penal”. Lima, Perú.

3 Manual de Criminalística de la Policía Nacional del Perú. Lima , pág 2.

4 Gaspar, Gaspar “Nociones de Criminalística”. Buenos Aires. Argentina.

5 “Pero en El Salvador, según expertos, la mayor parte de las escenas son irrespetadas bien por la idiosincrasia de los salvadoreños, bien por mera negligencia como ocurrió en el caso del subinspector López. Ese día, altos jefes policiales traspasaron la cinta amarilla nada más para observar. Personal de la Unidad de Comunicaciones de la PNC, también se metió a filmar la escena. Ni el fiscal ni los procesadores de la escena dijeron una palabra” Tomado del elsalvador.com/noticias/2005/06/19/nacional/nac2.asp

6 Gaspar, Gaspar “Nociones de Criminalística”. Pág. 31. Editorial Universidad. Buenos Aires, Argentina. 1993.

7 Manual de Criminalística de la Policía Nacional del Perú. Pág. 18 –19. Lima, 2006.

8 Gaspar, Gaspar (1993) “Nociones de criminalística”. Pág. 11. Editorial Universidad. Buenos Aires, Argentina.


BIBLIOGRAFÍA

-  Constitución Política del Perú. 1993
-  Diccionario jurídico elemental. Guillermo Cabanellas de las Cuevas. . Editorial Heliasta    Argentina. 1993
-  Gaspar, Gaspar (1993) “Nociones de criminalística”. Editorial Universidad. Buenos Aires  Argentina. 1993
-  Gómez Mendoza, Gonzalo” Instituciones en el Derecho Procesal Penal”. Editorial MFC E.I.R.L.  Lima, Perú.
   2007
-  Manual de Criminalística de la Policía Nacional del Perú. Lima